Para ser un actor reconocido por interpretar a jóvenes rebeldes, Jack O'Connell (él/le) parece todo lo contrario. Con los pies en la tierra y lleno de entusiasmo genuino por su oficio, cada nuevo papel distancia más al actor de 33 años de los personajes de chico malo que definieron sus primeros años de carrera. Es un viaje que lo ha llevado desde su ciudad natal en Derbyshire hasta Hollywood, grabando en todas partes, desde el Ártico hasta África, al tiempo que derriba las ideas preconcebidas sobre lo que pueden lograr los artistas de entornos menos privilegiados como el suyo.   

Al crecer en la clase trabajadora de Alvaston viendo a leyendas del cine como Tom Hanks, Gene Wilder y Julie Andrews en la televisión, fue el fútbol, no el cine, lo que O'Connell vio por primera vez como una respuesta a sus experiencias cada vez más negativas de la adolescencia. Lo suficientemente talentoso como para llamar la atención de clubes como el Derby FC, sus habilidades en el campo resultaron más tarde increíblemente valiosas para interpretar su papel como la estrella del fútbol Bobby Charlton en la película United de la BBC, y el deporte mantiene una presencia en su vida tanto dentro como fuera de la pantalla.   

El fútbol no proliferó, pero aprobar sus exámenes de teatro, contra todo pronóstico, le inspiró a mudarse a Londres para estudiar actuación y, poco después, O'Connell fue elegido para la exitosa serie adolescente Skins, la precursora de Euphoria en el Reino Unido. Una plataforma de lanzamiento para otros talentos de la actuación local como Nicholas Hoult, Dev Patel y Daniel Kaluuya, Skins lo presentó como el autodestructivo James Cook, un estudiante que lucha contra la bebida, las drogas y los problemas de identidad, que finalmente se vuelve bueno. Lejos de los paralelismos percibidos entre sus historias y las propias fechorías adolescentes de O'Connell, Skins fue una plataforma para que explorara los estereotipos masculinos, aportando una profundidad y sensibilidad inesperadas a los personajes masculinos musculosos, algo que continúa haciendo en películas desde Convicto y '71 hasta El amante de Lady Chatterley's.   

No hay duda, entonces, de que ofrecerá la misma complejidad y compasión en su papel de Blake Fielder-Civil, el polarizante ex marido de Amy Winehouse, en la próxima película biográfica de su vida, Back to Black. Aquí, antes de su lanzamiento a finales de este año, habla sobre una mejor representación en una industria desequilibrada, el impacto del ejercicio en su salud mental y mantenerse al día con la cultura sin alardear de ello. 

ESCAPAR DE LOS ESTEREOTIPOS  

"Si te digo la verdad, no estoy del todo seguro de cómo me alejé de interpretar a los chicos malos, pero me gusta pensar que soy versátil y que puedo hacer muchas cosas diferentes. Me parece muy emocionante que haya oportunidades en la actuación para hacer casi cualquier cosa. Escuché que Tom Cruise se va al espacio para su próximo proyecto".

LA MODA IMPORTA  

"El estilo envía un mensaje. Un día puede que te comas el mundo. Otro día quizá tengas mejores cosas que hacer. Ambos son mensajes válidos. James Cook de Skins y yo siempre tuvimos gustos similares, hoy en día aún me visto así".  

ABORDANDO LA REPRESENTACIÓN  

"He visto que las cosas han disminuido drásticamente desde que comencé en términos de oportunidades para los actores menos privilegiados. Las vías que alguna vez estuvieron disponibles para mí ahora están cerradas debido a la falta de fondos y, una vez más, hay una clara escasez de artistas de clase trabajadora en la industria. Es un problema social. Lo primero que hay que cambiar es que las artes deben ser accesibles a todo el sistema educativo como una prioridad, no como un lujo. Luego tenemos que averiguar cómo subsidiar las becas de manera más justa, ya que las escuelas de interpretación no son asequible para la gran mayoría de las personas en este país. Es factible".  

CONCIENCIA CULTURAL  

"Me gusta estar al día porque disfruto explorando cosas, viejas y nuevas. No es en un intento de mantenerme 'actualizado'.

POSIBILIDADES INFINITAS  

"Me encanta la diversidad entre los personajes que puedes interpretar y los lugares que puedes descubrir haciendo este trabajo. He rodado en el Polo Norte interpretando a un cirujano victoriano y en el desierto del Sahara como una leyenda del Servicio Aéreo Especial. Es una locura.

BIENESTAR MENTAL  

"Definitivamente, el ejercicio es clave. No puedo pensar con claridad sin él".  

CAMBIO DE PERSPECTIVAS  

"Nunca me gusta decir qué es lo próximo que voy a hacer porque no quiero gafarlo, pero, si todo va bien, pronto estaré detrás de las cámaras por primera vez. Así que estoy muy, muy emocionado".